Mi querido y adorado Romeo,
Han pasado muchas lunas sin veros, sin oir vuestras piedras golpear mi balcón, como solíais hacer cada noche y no puedo evitar que mi corazón lata con menos fuerza, alejado de Vos. Pues son vuestras palabras las que me dan vida, vuestros besos las que llenan mis labios de miel que permanece en ellos alimentándome cada día.
Mas debo deciros que mi alma es vuestra, como siempre, que mi cuerpo es vuestro también, como siempre y que esperaré cada noche en mi balcón vuestro regreso, anhelando el momento en que vuelva a fundirme en vuestros brazos. Esos brazos que son mi hogar y mi refugio, ese olor familiar de vuestro cuerpo que me llama y me atrae, como el caliz a las abejas.
Se con seguridad que no es vuestro deseo manteneros alejado de mi y que es vuestra familia quien, de nuevo, intenta separarnos. Por favor, os ruego no se lo permitais, guardad mi amor por Vos en lugar bien escondido y a salvo para que nadie lo toque, para que a vuestro regreso mi balcon se llene nuevamente de flores y mi corazón de esperanza y de alegría. Sé que juntos podemos Amor mío, superar todos los obstáculos y que al final, estaremos juntos...
Os amo, mi Romeo, cuidad que no hieran vuestro pecho y volved a mi...yo, por mi parte, estaré esperándoos.
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