Esta noche amor, aunke sea de manera virtual, kiero derretirme en tus brazos y ke tu te derritas en los mios...te dije ke te pondría un realto erotico ke escribi (aconsejo su lectura con calma y privacidad para evitar ke se te suban los colores) Este es mi relato erótico:Era tarde, ese día me tocó cerrar a mi la tienda y estaba bastante cansada. Tú no estabas en casa, tus viajes de trabajo cada vez eran más frecuentes...normalmente me importaba, pero esa noche no. Sólo tenía ganas de darme un baño caliente y, quizá, si me habías dejado un mensaje sugerente en el contestador como solías hacer, quizá, me animaría a darme una fiesta entre las burbujas pensando en tí. La casa estaba a oscuras como yo la había dejado, con dos vueltas de llave, exactamente como la dejo siempre, nada me hizo sospechar. Apenas había cerrado la puerta y mi mano se dirigía ya hacia el interruptor de la luz cuando una figura salió de la oscuridad y me aprisionó contra la pared. En un segundo mi corazón se desbocó, tenía que ser un hombre, era al menos tan alto como tú, y fuerte, muy fuerte...sentía su cuerpo pegado a mi espalda y no había ninguna posibilidad de deshacerme de él. No habló. No dijo nada. Tan sólo se quedó así muy quieto un instante, que para mí duró una eternidad. Yo tampoco dije nada, no creo que hubiese podido. El miedo había cerrado mi garganta mientras multitud de pensamientos cruzaban mi mente. ¿Quién era? ¿Qué quería de mí? ¿Por qué no se movía? ¿Por qué no decía nada? Justo en ese momento se movió. Sentí que uno de sus brazos buscaba algo en sus pantalones y rápidamente miré la puerta de la calle de reojo ¿podría zafarme aprovechando el momento? Como si adivinase mis intenciones separó mis piernas con su rodilla, apretándome mas contra la pared y contra su propio cuerpo. No sería fiel a la verdad si no confesase en este momento, que su gesto me provocó un escalofrío, y que no fue sólo miedo lo que sentí. Lo que sacó de su pantalón era una nota, l plantó en la pared delante de mi rostro para que pudiera leerla y encendió la luz. El cambio de iluminación me cegó un instante, cuando pude ver lo único que tenía delante era una mano enguantada agarrando un pedazo de papel: "TE DESEO Y ESTA NOCHE VAS A SER MIA. NO TE RESISTAS Y NO TE PASARA NADA." Creo que solté una especie de gemido y por un segundo me dió la sensación de que el hombre aflojaba un poco la prisión en la que me tenía. Pero seguramente fue sólo una ilusión. Momentos después volvió a apagar la luz, se separó un poco de mí y me giró lentamente. Cerré los ojos, no sé muy bien por qué. No había luna, no hubiese visto nada... Sentí su aliento acercarse a mi boca...pensé que iba a besarme pero no lo hizo, sólo se quedó así, respirando sobre mis labios, como si se alimentase de mi miedo. Yo era incapaz de moverme. ¿No decían siempre que era mejor seguirles la corriente? ¿Sería verdad que no quería hacerme daño? Quizá si le provocaba empeoraría las cosas para mí. Así que no hice nada. Me tomo las dos manos con fuerza y las levantó por encima de mi cabeza. Tampoco hice nada. Las mantuvo así mientras su otra mano bajaba por mi cuello y por la línea de mi escote. No protesté. Pasó su palma enguantada por encima de mis pechos, con suavidad, acariciándolos, acunándolos, apretándolos ligeramente y empecé a temblar, no sé si asustada... o avergonzada de que mis pezones no estuvieran tomándose el gesto como una invasión sino como una caricia. Casi podía imaginármelo sonriéndose y pensando..."No quieres que te guste, pero te gusta..." Mi cuerpo estaba reaccionando como si ese desconocido fuese mi amante, mis pezones marcándose a traves de la blusa me delataban. Traidores, traidores... Se inclino hacia adelante y chupó uno de ellos por encima de la ropa, como diciéndome..."¿Ves? ellos me desean..." Yo me mordía el labio inferior con fuerza, no sé exactamente si era para no gritar pidiendo ayuda o para no gemir.Con un movimiento brusco abrio la blusa, varios botones cayeron al suelo y mi torso quedó desnudo frente a él. Ahogué un gemido. Su mano tiró de mis brazos hacia arriba forzándome a arquear mi espalda...y se inclilnó de nuevo, esta vez sobre mi piel. Su boca se hacía cada vez más atrevida, lamiéndolos, succionándolos, atrapandolos entre sus dientes y tirando de ellos con suavidad... y mis pechos subían y bajaban con mi respiración agitada hundiéndose entre sus labios y sus dientes. Estaba tan confusa que nisiquiera me di cuenta de que su mano se había ido a mi muslo y había empezado a subir por dentro de mi falda. Si ningun pudor llegó hasta mi tanga y de nuevo sin dudarlo aparto el triangulito de tela con su mano enguantada y separó más mis piernas...¿o lo hice yo? Me quedé paralizada, creo que dejé de respirar. No fue su brusquedad al invadirme lo que me dejó si aire, sino la delicadeza con la que empezó a acariciarme, con que destreza encontró mi clítoris, con qué sensualidad comenzó a estimularlo... Creo que empecé a gemir, sin querer y creo que eso le hizo perder el control, porque se quitó el guante con la boca y sus dedos volvieron a mi coño como si quisieran perderse en él. Ya no era sólo mi clítoris, ahora eran mis labios, mis relieves, sus dedos se movían expertos acariciando y explorando hasta que los hundió en mi humedad.... Sí, estaba húmeda. Mucho. Y me sentía terriblemente culpable....y terriblemente excitada a la vez. Me estaba hundiendo en una espiral de placer sin poder evitarlo, sus dedos lo llenaban todo, lo acariciaban todo y estaba segura de que estaba empapándole la mano. De pronto paró y casi gemí en protesta. Sentía las rodillas débiles, como si no quisieran mantenerme. Estaba tan aturdida que no soy capaz de recordar cómo llegamos a la cama, lo siguiente que recuerdo es que me estaba atando. "Vuelve a la realidad, estúpida", me dije, "esto es una violación". ¿Lo era? ¿Si yo deseaba que lo hiciera, realmente lo era? Me ató con una cuerda que debía haber llevado él aunque yo no la había visto, los brazos y las piernas en aspas, boca abajo. Mi blusa estaba abierta,mis pechos se aplastaban contra las sabanas, mi falda estaba hecha un revoltijo alrededor de mis muslos.Giré la cara lo que pude y le miré, ahora sí que le miré, pero no vi mucho. Llevaba algo sobre la cabeza, quizá un gorro de lana, como un pasamontañas de los que dejan hueco para los ojos y la boca. Estaba demasiado oscuro. Todo eran sombras. Pero en las sombras noté que se desabrochaba el pantalón y no la vi, pero intuí que se estaba acariciando, mirándome ahí, expuesta. Me pregunté si él veía más de lo que veía yo. Puso una rodilla sobre la cama, el colchón se inclinó, era un hombre grande. Sus manos buscaron mi tanga bajo la falda arrebolada y de un tirón lo rompió y desechó, luego, me levantó la falda dejando mis nalgas al aire. Sentí la brisa que entraba por la ventana al contacto con mis labios aún húmedos. Se colocó entre mis piernas y pasó su mano sin guante por mis labios. Me estremecí. Sabía lo que iba a hacer. Noté como pasaba su sexo por mis nalgas primero y por mi raja después. Noté como buscaba a tientas y como apoyaba su glande en mi entrada. Y noté como empujó de golpe su polla dura dentro de mí. En ese momento se me escapó una lágrima. Me imaginé que lo que había estado haciendo hasta entonces era un juegopara él, quizá buscando que me confiara, que no pusiera resistencia, pero que ahora iba a hacer lo que realmente había venido a hacer. Me equivoqué. No me folló salvajemente, al menos no al principio. Se movió con suavidad y movimientos lentos, entrando y saliendo de mí casi del todo cada vez. Moviendo sus caderas en circulos y penetrándome a la vez, rozando todas mis paredes cada vez que se deslizaba en mi interior. Sin poder evitarlo, comencé a relajarme de nuevo...era como si estuviésemos conectados de alguna manera. El sabía cómo me gustaba, lo intuía... Luego todo sucedió muy deprisa...paso una mano por debajo de mi coño y apoyó un dedo en mi clit, mientras un dedo húmedo se deslizó despacio dentro de mi ano. Ahora cada vez que él empujaba, presionaba mi sexo sensibilizado ya y cada vez que me penetraba su dedo se movía al unísono dentro de mi culo. Su ritmo iba creciendo, la fuerza con la que empujaba también. Aquello fue demasiado. Lo reconozco, dejé de pensar. No podía, era un extraño y aquello estaba mal, muy mal. Pero las sensaciones eran tan fuertes....Lo último sensato que pasó por mi cabeza fue fingir un orgasmo por si eso le complacía y mantenía su promesa de no hacerme daño; pero sinceramente...no lo finjí. Ocurrió. No sé si fue su manera de moverse, no sé si fue mi cerebro caprichoso tratando de fingir que todo era normal, no lo sé. Sólo sé que lo vi venir y no pude o no quise hacer nada para detenerlo.Estallé..y cómo estallé. Y él.....estalló conmigo. Una parte de mí estaba en la gloria y otra se sentía fatal. Empecé a llorar bajito. Acababa de tener uno de los mejores orgasmos de mi vida, a manos de un extraño, de un hombre que había forzado su deseo sobre mí. Me desató, en silencio. No intenté volverme, no intenté mirarle, ni arañarle, ni echarle de mi cama. Se había acabado. Ahora se iría de mi vida y yo intentaría olvidar lo que acababa de ocurrir. Nisiquiera te lo contaría a ti. No lo entenderías. Se levantó y pensé que iba a marcharse, pero no lo hizo, se quedó ahí, de pie. No sé que pasaba por su cabeza, sólo notaba sus ojos en mi. ¿Disfrutaba también de mi llanto? ¿O era posible que se arrepintiese? No, seguro que no. De pronto hizo algo que jamás me hubiese imaginado, se sentó en la cama a mi lado tiró de mí y me abrazó con fuerza. "Shhh..shhhh"....susurraba, mientras sus manos acariciaban mi espalda. Su tacto y su voz hicieron de sedante, mis sollozos se fueron calmando hasta que sólo quedó un hipo rebelde que se me escapaba de vez en cuando. Levanté la cara hacia mi agresor, con los ojos vidriosos y entre las sombras buscaba algo en él, algo que me explicase cómo era posible que yo no estuviese sacándole los ojos en ese momento. Se arranco el pasamontañas de la cabeza y me besó, en los párpados, en las mejillas, en los labios. Sus labios....dios mío. Yo conocía esas labios..esa boca....esa manera de besar y de robarme el aliento. Eras tú. Eras tú, mi amor, haciendo de esa fantasía tan incontable, tan incontable que sólo tú conocías...una realidad.
ESPERO QUE TE HAYA GUSTADO /ESPERO QUE NO TE HAYA ESCANDALIZADO ;) UN BESO HUMEDO, LAURAAhhh una cosa importante......KE TE KIEROOOOO!!!!
Así somos o así estamos, super-empalagosos...pero es normal....y si es contigo no me importa acabar diabética de amor jajajajaja
